Patrona de la localidad de Anaya, la ermita lleva su nombre, que según dicen, data de los tiempos de la repoblación, por lo que proviene del vasco-navarro y significa senda o camino. La Virgen del Camino. No faltan leyendas alrededor de la imagen, que, aunque no están documentadas, sí narran y recuerdan las gentes del lugar. La más antigua recuerda como una noche de tormenta un niño se perdió por los parajes que rodean la ermita de la Virgen de Oñez. Todos los vecinos se movilizaron en su búsqueda y tras varias horas y cansados se retiraron a sus hogares, para continuar las labores la mañana siguiente.
Sin embargo y ante la sorpresa de todos los vecinos, cuando temprano por la mañana iba a comenzar la búsqueda, encontraron al pequeño en la ermita. Sin saber cómo había llegado hasta allí y preguntado el niño, éste recordó que durante la noche, perdido en el monte, una señora con el rostro iluminado le guió hasta la ermita, donde le preparó una pequeña cama.
Fuente: elnortedecastilla.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario