Las gruesas paredes de piedra y el tejado de madera que se vislumbra desde el exterior de la pequeña ermita de San Antonio el Grande de Hontoria, localidad de unos 500 vecinos que pertenece a la capital segoviana, no da pistas sobre el tesoro que alberga en su interior y que hasta el pasado invierno permaneció oculto bajo cinco capas de yeso. Ahora, al entrar en el templo, las imágenes de San Antonio y la Inmaculada sorprenden al visitante y convierten este lugar en una joya del patrimonio sacro de la provincia.
Los trabajos de limpieza de los feligreses permitieron sacar a la luz unas pinturas murales que se extienden por todas la paredes de la ermita, de las que se desconoce su autoría y que datan del siglo XVII, aunque la fecha exacta se deberá determinar cuando los expertos realicen un estudio pormenorizado.
Fuente: nortedecastilla.es
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